martes, 8 de septiembre de 2009

_arquitectura sostenible





[proyecto solar-decathlon de la ETSAM en 2007]

En los últimos años se ha puesto muy de moda tildar a los edificios con los calificativos de "bioclimático", "sostenible", "autosuficiente", "respetuoso con el medio ambiente"[...] nada más allá de la realidad.

Todos somos muy conscientes del daño que le estamos haciendo a la naturaleza [y no dejan de repetírnoslo hasta la saciedad en los medios de comunicación] y la arquitectura [cómo no] quiere despuntar y ofrecer edificios "bioclimáticos" a una sociedad que quiere calmar su mala conciencia.

Hasta aquí, todo bien. El gran problema reside en que esos edificios no son tan respetuosos con el medio ambiente. Son caros, ya que la tecnología usada es también muy cara y puntera [paneles solares, molinillos de viento, sistemas complejos de ventilación, muro trombe,...]. Los materiales usados no son reutilizables, ni biodegradables, y [en la mayoría de los casos] muy contaminantes en su proceso de fabricación. No se suele tener en cuenta la orientación, localización, vientos predominantes, pluviometría, y demás condicionantes climáticos. Y, por supuesto, no son edificios autosuficientes [necesitan un aporte de energía exterior -luz, agua, alcantarillado, calefacción- para poder funcionar].

Podemos encontrar en la arquitectura vernácula verdaderos ejemplos de arquitectura "bioclimática". Se utilizan materiales reutilizables [casi siempre piedra, madera, barro,...] muy económicos, colocados de la mejor forma posible para evitar el calor del verano y el frío del invierno, cubrirse de las lluvias y evitar [o buscar] los vientos predominantes. El sistema de construcción es la "autoconstrucción", es decir, que se construían las casas entre los habitantes del pueblo, ayudándose unos a otros. Y lo más importante: cada zona tiene sus propias características. Por ejemplo, en el levante español se utiliza mucho la celosía de hormigón [tamiza muy bien la luz del sur, permitiendo una continua ventilación].

Yo no estoy en contra del uso de la tecnología, industrializar, especializarse y adaptar los nuevos sistemas constructivos, pero hay que ser inteligentes y no dejarse engañar: la arquitectura sostenible es [hoy por hoy] una utopía con la que algunos tratan de ganar mucho dinero.

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